viernes, 4 de junio de 2010

Un Obama, "furioso", se dirige al Golfo por derrame de crudo


AP
Washington

El presidente estadounidense Barack Obama regresará el viernes a la costa de Luisiana para comprobar sobre el terreno los trabajos para contener un derrame de crudo en el Golfo de México y los devastadores efectos que está teniendo, siendo considerado ya el peor desastre medioambiental de la nación.

El presidente destacó su enfoque en el Golfo al cancelar de forma repentina un viaje a Indonesia y Australia este mes.

Obama, cuya visita a Luisiana será la segunda al Golfo en ocho días, habló por muchos cuando se declaró furioso por la situación que "está poniendo en peligro a una forma de vida y a una región entera, potencialmente, durante años".

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo el jueves por la noche, que Obama cancelaba su viaje al extranjero — el cual ya había sido pospuesto — para "lidiar con temas importantes, uno de los cuales es el derrame de crudo".

En Luisiana, el presidente planea reunirse con Thad Allen, administrador de la Guardia Costera, quien está supervisando la respuesta al desastre, y con funcionarios locales y estatales. Obama también visitará comunidades de la Costa del Golfo que se han visto afectadas por el derrame.

Gibbs dijo que el mandatario quería hablar directamente con líder locales y personas que están sufriendo las consecuencias de la tragedia.

Obama dijo el jueves que está "furioso" por la situación en el Golfo de México, y añadió que BP no ha dado pasos suficientemente rápidos para responder a la fuga colosal de petróleo.

En fragmentos de una entrevista con el periodista de la CNN, Larry King, el mandatario dijo que ha hecho saber su molestia a BP, aunque añadió que "estallar y gritar" no resuelve el problema.

"Estoy furioso con toda esta situación, porque éste es un ejemplo de un caso en que alguien no pensó en las consecuencias de sus acciones", dijo Obama, en su expresión más severa a la fecha sobre el derrame.

El dirigente no había criticado tan duramente a BP, pero el jueves, dijo que no ha visto la respuesta que hubiera deseado de la empresa. Su administración otorgó ese día 69 millones de dólares a la empresa para cubrir gastos en los esfuerzos de contención.

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