domingo, 18 de abril de 2010

Un dominicano reforma una escuela en El Bronx..

J.C. Malone

El Bronx, NY.- Estrenándose como director de la Escuela Intermedia 390 (MS390), Robert Mercedes “engurruñó” su estatura de baloncestista, 6’3”, debajo de un escritorio.

Trataba de hablar con un niño de quinto grado, recién llegado, que se negaba a salir porque sólo ahí se sentía seguro. Conversaba con el niño, le halaron el ruedo de sus pantalones.

Se “des-engurruñó”, se levantó y salió.

En la calle una multitud se arremolinaba mirando al techo de la escuela, desde donde otro niño amenazaba con saltar a un suicidio espectacular.

Después una madre entró a un aula, tomó a una maestra por los cabellos, y limpió el piso con ella. Profesores, niños y padres resolvían sus diferendos a trompadas. Policías y ambulancias visitaban el plantel con frecuencia. Educar a estos niños era un gran desafío.

Ahí habían cerrado dos escuelas, una porque los niños no aprendían, la otra porque los profesores no enseñaban.

La MS390 era “la nueva escuela”, con los mismos estudiantes y profesores.

Lo más razonable era salir por donde entró, pero “la gente de Villa Juana no retrocedemos, parece que nacimos con la reversa dañada”, comentó Mercedes. Y recordó: “Esa era mi primera oportunidad, sabía que vendrían otras, pero no podía irme porque sabía que yo era la única oportunidad de estos niños, sencillamente no pude darles la espalda”.

Diagnóstico y tratamiento
Tenía dos grupos de estudiantes, los de 8vo. grado tenían niveles académicos de cuarto, y algunos de sexto leían a nivel de primero. La conducta era inaceptable para cualquier estándar.

Los ojos de los niños, dice Mercedes, son una ventana panorámica a su ambiente familiar. La mayoría tenía “mala conducta”, y concluyó que el problema viene de las familias del barrio.

“Muchos de mis estudiantes descienden de la generación de las drogas en los 80, los años del crack. Trajeron problemas de aprendizaje, padres sin bases académicas, vienen de familias incompletas con padres o madres adictos, presos, deportados, o muertos.

Mis estudiantes reflejan sus dramas familiares, ellos no tienen problemas, son las familias completas las que tienen serios problemas, y necesitan ayuda. Es todo el barrio”, comentó.

En inglés el director de escuela es “Principal”, porque es el maestro numero uno del plantel. Mercedes empezó por re-entrenar a los profesores que encontró, apoyado en una novedosa filosofía pedagógica. Luego tiró la escuela a la calle.

Casa por casa
Nada que se haga en la escuela, concluyó Mercedes, tiene importancia si el niño no tiene una estructura familiar de apoyo. Acompañado de trabajadoras sociales, visitó las casas de sus estudiantes para conocer sus realidades familiares.

“Encontramos muchos problemas económicos, gente con enfermedades físicas y mentales sin atenciones médicas ni medicinas, otros pasando hambre y muchísimos desempleados. Encontramos la ausencia total de estructuras familiares en muchos casos. No solo fue la crisis de la droga, el SIDA también dejó muchos huérfanos y familias mutiladas”, explicó.

Mercedes gestionó e instaló una clínica dentro de la escuela ofreciendo servicios médicos primarios para los niños.

Y continuó entrenando a los profesores, guiado por la novedosa filosofía educativa con la que cambió el destino de la MS390, influenciando todo el barrio.

Aprendizaje socio-emocional
“Lo primero que esto se toma es dedicación. Hay que dedicarse, entregarse en cuerpo y alma a estos niños.

Hay que entender que nosotros somos su única esperanza.

Entonces se toma tiempo, paciencia y confianza; fijar metas, armar el equipo humano e iniciar el proceso con persistencia y consistencia”.

Para arreglar la escuela Mercedes intervino el barrio completo, ayudando a solucionar algunos problemas familiares. Fue el inicio del proceso educativo.

“Pretender educar a un niño excluyendo su realidad social y emocional de la ecuación es un ejercicio en pérdida de tiempo”, comentó.

“Ayudamos a mucha gente a conseguir servicios médicos, ayuda alimentaria y todo tipo de asistencia”, dijo, “ayudamos a conseguir empleos y creamos un programa nocturno de educación de padres donde enseñamos inglés y manejo de computadoras”.

La escuela ahora es un centro de educación y apoyo familiar, donde de día estudian los niños y por las noches los padres. “Cuando los niños ven a sus padres estudiando siguen el ejemplo y todo cambia, porque aprendemos más por imitación, que por imposición o repetición”, comentó.

Los trabajadores sociales ayudaron a mejorar la comunicación intrafamiliar.

Y los padres asumieron la escuela como su mejor aliado en el objetivo común de educar a los niños. Los incidentes se redujeron y aumentaron las calificaciones.

Los entrenamientos de profesores ahora tienen objetivos más amplios. “Fíjate en los paramédicos, están entrenados para identificar el problema, dar los primeros auxilios y pasarle el paciente al médico que resolverá la situación. Esa es la función del maestro en el aprendizaje social y emocional.

Deben desarrollar una capacidad de observación y empatía que les permita ver lo que ocurre en la vida del estudiante para guiar la familia completa a buscarle soluciones a sus problemas. Es una función esencial de la educación mejorar la vida de las personas”.

En 10 años la escuela giró 180 grados. En una reciente evaluación del Departamento de Educación, la MS390 pasó con una “A” de excelencia. La cuestión no se para ahí, vienen otras innovaciones para el futuro inmediato.

Enseñanza personalizada
Ahora Mercedes impulsará un programa de “Instrucción Diferencial”, que personalizará el currículo, ajustándolo a las necesidades específicas de cada niño.

“Si un estudiante se sabe todas sus tablas de multiplicar, le asignaremos tareas con operaciones más complejas mientras el resto brega con las tablas. No podemos dejarlo perder el tiempo sólo porque es buen estudiante. Cuando todos se saben sus tablas menos uno, el maestro tiene que invertir un esfuerzo especial en ese estudiante para no dejarlo atrás”, explicó.

“El próximo paso es que maestro y estudiante diseñen el currículo personalizado.

Después los estudiantes mismos diseñarán, con mínima ayuda del profesor, el currículo que ellos necesiten”, asegura. Y algo más vendrá porque Mercedes seguirá buscando formas de innovación educativa, que envuelvan a todo el barrio que rodea a su escuela intermedia MS390.

(+)
LA VALORACIÓN DE LOS ESTUDIANTES

“Las clases de inglés son muy importantes para mi, estoy estudiando, porque me ayudará a comunicarme mejor con mi hija Victiany, que estudia aquí, y con sus profesores. Estoy aprendiendo bastante y como peluquera se que me irá mucho mejor cuando aprenda inglés. Después quiero tomar el examen de equivalencia de educación secundaria para ir a la universidad. Planeo hacer una carrera corta, todavía no se de qué, pero se debo hacer una. Esta escuela es una gran ayuda para mi y todos nosotros”.
PIERINA SANTANA

“Tengo tres meses en la clase, vine porque me trajo un amigo, pero he aprendido bastante. Esta escuela es muy buena mi hijo Luis Freddy aprende bastante aquí, yo mismo vine sin saber nada y ahora se muchísimo inglés”.
LUIS DÍAZ

“El énfasis que pone el señor Mercedes en preparar a los estudiantes para la universidad sólo lo encuentras en colegios privados. La educación pública generalmente se ocupa de preparar los estudiantes para la universidad en la escuela secundaria, pero aquí comenzamos a hacerlo desde la escuela intermedia. Cuando llegan a la escuela secundaria llegan bien adelantados”.
VIRGINIA POU

“Me interesa aprender inglés y cuestiones de tecnología para saber escribir en la computadora, aprender a enviar y recibir mensajes. Aquí en dos meses he aprendido bastante. Planeo prepararme para salir adelante en este país, donde acabo de llegar hace unos meses. Este programa es una gran ayuda porque me ofrece todas las facilidades, nosotros sólo tenemos que poner nuestra asistencia e interés.
FIANMY ROSARIO

No hay comentarios: