NUEVA YORK._ El Departamento de Policía, ha desatado una intensa cacería tras la captura de un joven dominicano que alegadamente hirió anoche en la cabeza a un oficial de la uniformada, cuando el agente investigaba a narcotraficantes en el edificio 530 Oeste de la calle 174 y avenida Audubon. El oficial ni el prófugo habían sido identificados por la Oficina de Prensa de la uniformada al cierre de esta crónica. Tampoco se han dado detalles oficiales sobre el caso, pero versiones recogidas por este reportero en el vecindario, dan cuenta de que el agente, fue empujado escaleras abajo por el sujeto, mientras ambos se envolvieron en una trifulca.
El hecho ocurrió poco antes de las 10 de la noche. El oficial herido fue trasladado en ambulancia al hospital Presbiteriano de la calle 168 y avenida Broadway.
El detective del Escuadrón de Homicidios de la Zona Norte en Manhattan, CI Hunt, dijo a este redactor que la condición del agente era estable, pero testigos que rehusaron identificarse revelaron que el representante de la ley, sufrió también fracturas en un brazo.
Una espesa mancha de sangre estaba todavía al filo de la medianoche en el piso del pasillo del primer piso del inmueble, donde el policía, luego de rodar por las escaleras, cayó estrepitosamente, golpeándose fuertemente. Otra versión sostiene que el agente resbaló y se cayó escaleras abajo, sin que nadie lo agrediera. Se ignora si el policía era encubierto o uniformado.
De inmediato, la uniformada envió a la escena numerosos agentes policiales y oficiales de la policía migratoria, así como detectives encubiertos. Un helicóptero sobrevoló toda la noche sobre el parque High Bridge situado a una cuadra del edificio, debido a que los policías creyeron que el agresor, pudo haberse esconderse en la espesura del centro recreativo.
Unidades de patrullas recorrieron también el área tras la búsqueda del atacante del policía. Se dijo que cuando los paramédicos sacaban al agente herido del inmueble, muchos de los curiosos, rieron y aplaudieron en señal de burla, la “hazaña” del atacante.
Uno de los policías enviados al lugar y en uniforme, vociferaba a todo pulmón que “si lo agarro lo mato”. Su ira era tan fuerte que tuvo que ser calmado por compañeros de uniforme. A la medianoche, varios detectives de homicidios aparecieron en el lugar para recoger testimonios de inquilinos, algunos de los cuales dijeron haber oído “algo”, pero que no vieron nada.
Sobre las 2:00 de la madrugada varios policías permanecían en la zona y dos uniformados custodiaban la entrada principal del edificio. Se informó que por la descripción dada por el oficial herido, la policía trabajaba anoche mismo en un retrato hablado del individuo para facilitar su arresto y una recompensa será ofrecida a quienes ofrezcan información sobre su paradero.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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