martes, 13 de octubre de 2009

Narcoconexión de Guatemala a Nueva York.

El Diario NY

Tras 20 años de capturas y extradiciones, el decomiso de toneladas de cocaína y millones de dólares no han frenado trasiego de cocaína.

Ciudad de Guatelama, Guatemala — Dieciséis neoyorquinos deben decidir si el guatemalteco Jorge Mario Paredes Córdova es culpable de narcotráfico. Son los miembros del jurado que participa en el juicio contra Paredes, que comenzó el 29 de septiembre y se realiza en la Corte del Distrito Sur de esta ciudad, en 500 Pearl Street de Manhattan.

Antes de su traslado a Nueva York, Paredes, de 43 años, nunca había estado en EE.UU., pero el brazo de la fiscalía neoyorkina lo alcanzó en Honduras en mayo del 2008. Justificó su captura luego de la grabación de 16 conversaciones telefónicas sostenidas entre un sujeto identificado como el “Gordo”, desde México y Guatemala, y un socio suyo en Nueva York. Ese socio (que resultó ser un informante de la Administración Antidrogas, DEA) quien luego identificó a El Gordo como Paredes.

—“¿Él todavía tiene cosas suyas?”, le habría preguntado El Gordo a su socio, respecto a unos kilos de cocaína en manos de otro cómplice.

— “Sí, él tiene la familia entera… más un poquito más”, le habría respondido el socio (el informante). “El amigo mío siempre es quien me recibe y le da hospedaje y todo… a los equipos de fútbol y a la familia”, añadiría acerca del almacenaje de la droga, los transportistas y el cargamento.

Todas las llamadas, incluyendo este fragmento de conversación, se grabaron en el 2003. Las grabaciones permitieron detener a siete acusados en este caso; cinco se declararon culpables para evitar un juicio y reducir su condena.


Linda George, abogada de Paredes, insiste en ir a juicio porque la fiscalía tiene al “hombre equivocado”, según ha dicho a la corte. Expertos en análisis de voz e intérpretes, que la defensora contrató, aseguran que la voz en las grabaciones comprometedoras no es la de Paredes.

No obstante, los reportes de la fiscalía indican que la “Organización Paredes” era un eslabón entre la línea de narcotráfico entre Centroamérica y una parte de la cocaína que se vende en las calles de Nueva York.

Más consumo y extradiciones

Desde el 2003, se presume que la distribución y consumo de cocaína en Nueva York aumentó. En el 2006, unas 16.4 toneladas de cocaína eran consumidas por año por al menos 95 mil neoyorkinos, según un estudio hecho por el Instituto de Investigación Biomédica y Farmacéutica de Nuremberg, que publicó la revista Der Spiegel.

Estas cifras duplican el consumo detectado en Washington, DC, y cuadruplican el de San Francisco, California. Según la DEA y la fiscalía, la detención de sujetos como Paredes ayuda a frenar una parte del trasiego.

La extradición de guatemaltecos acusados de conspirar para introducir y distribuir cocaína en EE.UU. es una batalla que el Departamento de Justicia libra desde hace dos décadas. El caso más famoso es el de un ex alcalde de Zacapa (frontera de Guatemala con Honduras), Arnoldo Vargas. Fue detenido por narcotráfico en 1990, pero su extradición no fue posible sino hasta 1992. Actualmente cumple una condena de 30 años.

Otro popular caso guatemalteco es el de Byron Berganza, que no requirió extradición. Fue detenido en El Salvador y expulsado de ahí en el 2003. La policía salvadoreña lo entregó a agentes de la DEA en ese país, que lo trajeron un día después a Nueva York. Actualmente, cumple una condena de 22 años en la Florida.

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