jueves, 15 de octubre de 2009

Condenan en Nueva York a ocho judios ortodoxos.


NUEVA YORK/Por MIGUEL CRUZ TEJADA .- Por décadas, los fiscales de Brooklyn han perseguido abusadores sexuales de todos los segmentos étnicos excepto uno: los judíos ortodoxos. Pero, la situación comenzó a cambias después que 40 niños reportaran abusos sexuales contra ellos por parte de dirigentes y activistas judíos, incluyendo rabinos de diferentes mezquitas y escuelas del condado.

En una cifra sin precedentes que involucra a representantes de esa comunidad, el fiscal de Brooklyn Charles J. Haynes reveló que 26 ortodoxos han sido sometidos a la justicia por abusos infantiles que implican violaciones sexuales a niños, niñas y menores. De esos casos, ocho ya han sido condenados y otros 18 esperan juicios.


La Fiscalía ha procesado a una diversidad de representantes y líderes de la comunidad judía ortodoxa entre estos profesores universitarios, consejeros, rabinos, tutores de campamentos, comerciantes y familiares de las víctimas. En total, 700 casos por ese delito son llevados anualmente a la fiscalía de Brooklyn.


Las sectas ortodoxas en Estados Unidos cuentan con unos 180 mil miembros, siendo la comunidad más grande fuera de Israel. El fiscal dijo que si la cifra de arrestados es sorprendente, más sorprendente aún es la razón por la cual los casos en su mayoría han sido silenciados. Las sectas prohíben terminantemente a sus miembros denunciar a las autoridades ese tipo de crímenes sin el permiso de los rabinos.


Pero muchos de los padres de los niños y niñas abusados decidieron llevar las denuncias por su propia cuenta a la Policía y los fiscales.

Los miembros de las sectas ortodoxas, que se auto titulan como “haredim” (temerosos de Dios), no creen en la cultura secular moderna y mantienen un control estricto sobre sus congregaciones, considerado que son asuntos internos de las mezquitas.


Tienen sus propios tribunales llamados “Beth” en los que “jueces” rabínicos son quienes deciden casos como denuncias sobre abusos, violencia doméstica, separaciones matrimoniales y otros problemas familiares y civiles. Y aunque hallen evidencias, nunca las denuncian ante las autoridades, incluso, cuando alguien es culpable de algún delito.


Uno de los castigos principales para quienes denuncien los casos es el ostracismo. Ahora, un gran número de ellos piensa que no pueden conseguir justicia en sus propios tribunales, por lo que decidieron acercarse a las autoridades seculares, denunciando los abusos infantiles contra sus hijos e hijas.

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