viernes, 11 de septiembre de 2009

Dominicanos aportaron mayor cuota de sangre en ataque terrorista del 11 de septiembre 2001


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NUEVA YORK._ La comunidad dominicana, fue, la que entre todos los hispanos muertos bajo el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001, aportó la mayor cuota de sangre. Hoy, a ocho años de sus desapariciones, muy pocos se acuerdan de nuestras víctimas, incluyendo a los gobiernos, organizaciones comunitarias locales y autoridades consulares en Nueva York. Según las cifras oficiales, 25 dominicanos y dominicanas fueron identificados, aunque cálculos independientes hablan hasta de 43. 18 eran colombianos, 13 de Ecuador, 6 de Cuba, 4 argentinos, 1 de Chile, 15 mexicanos, 7 haitianos y otros originarios de El Salvador, Honduras, Jamaica, Perú, Venezuela, Paraguay y Guyana.
El Departamento de Salud y la Oficina del Médico Forense dijeron en su momento que el total de latinos muertos y/o desaparecidos fue de 247, representando el 9% de las víctimas. En la casilla de “otros” el número de muertos es de 143.
Entre los dominicanos estaba el financista de 35 años de edad Pedro Francisco Checo (Frankie), quien laboraba en el piso 96 de la torre Norte. Su cadáver jamás fue hallado y sus padres –Juan y María Checo – mantienen la esperanza de que algún día, su hijo vuelva al hogar donde lo siguen esperando.
Checo, se desempeñaba como especialista en inversiones fiduciarias en una de las más importantes empresas del ramo con oficinas en el Centro Mundial del Comercio (WTC, siglas en inglés). Olga García, una estudiante de 25 años.
Aunque las autoridades dominicanas nunca se preocuparon por mantener un listado oficial con los nombres y datos biográficos de las víctimas, incluyendo que en el Consulado General de Nueva York, ni siquiera se maneja información al respecto, una investigación de este reportero consiguió que algunas instituciones estadounidense mantienen memoriales virtuales en los que, con fotografías, se destacan parte de las identidades de los criollos y criollas fallecidos.
Entre esos nombres figuran también Francisco Bourdier, Manuel Gregorio Chávez, Victorio Alvarez Brito, Alejandro Castaños, José Ramón Castro, Juan Pablo Alvarez, Jaime Concepción, José Espinal, Henry Fernández, Marilyn García, Lilian Cáceres, Arcelia Castillo, Nestor Chevalier, Alejandro Cordero, John Robert Cruz y María García. Marilyn, aspiraba a graduarse de abogada porque según su madre, Carmen García, amaba la justicia. Tenía 21 años. Sus restos tampoco fueron hallados entre las víctimas.
Algunos de los muertos cuyos cadáveres fueron entregados a sus familiares, fueron sepultados en la República Dominicana como es el caso de José Nicolás de Peña, enterrado en el cementerio municipal de Santiago de los Caballeros. Peña tenía 42 años de edad y trabajaba en el lujoso restaurante “Windows in the World” junto a su hermano Juan Rodríguez.
Dejó a su madre Pura Rodríguez que actualmente vive en Lawrence (Massachussets) y a sus hijos Edwin y Nicole quienes tienen ahora 12 y 7 años. Estaba casado con Máxima Peña quien se volvió a casar y vive en Rhode Island. Por su parte Chávez, llegó a Estados Unidos en 1992 y trabajaba como camarero en el mismo restaurante. Tenía 52 años y su cadáver tampoco apareció entre los escombros. Su cuñada Rita Peña dice que lo más doloroso es que no hay una tumba donde rezarle ni ponerle flores y velones.
Estaba casado con Hilda Chávez con quien procreó a su único hijo Raúl que tiene ahora 22 años y se graduó de licenciado en contabilidad, residiendo actualmente en Santiago de los Caballeros. El restaurante, uno de los más famosos del mundo, estaba situado en el piso 106 de la torre Norte.
RETROPESCTIVA
Las autoridades federales y locales contabilizaron un total de 2,973 muertos, pero se cree que la cantidad supera el doble de esa cifra. 343 bomberos, 23 policías de la ciudad y 37 agentes de la Autoridad de Puertos de Nueva York y New Jersey, se cuentan entre las víctimas.
24 más permanecen hasta el momento en la lista de desaparecidos.
Se estima que 50 mil personas trabajaban en ambas torres y 140 mil visitantes iban diariamente a las estructuras. Cientos de turistas de diferentes países del mundo también cayeron en el ataque. Se recuperaron 19, 500 restos y sólo 291 cuerpos estaban intactos.
En el edificio del Pentágono en Washington perecieron 125 entre funcionarios, empleados y visitantes cuando el cuarto avión secuestrado supuestamente por militantes islámicos terroristas de Al – Qaeda, fue estrellado contra la estructura del Departamento de Defensa.
En 1996 los estadounidenses Timoty McVeigh y Ferry Nichols, ejecutados posteriormente en la silla eléctrica, explotaron el edificio federal de Oklahoma con un saldo de 168 muertos. Previo a ese ataque, en febrero de 1993 una camioneta cargada de dinamita intentó destruir las torres, pero la detonación sólo logró matar a varias personas sin causar mayores daños a las edificaciones.
En 1998 células de Al- Qaeda perpetraron otros ataques contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania (Africa), donde también murieron varias personas.
Autor: Miguel Cruz Tejada

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