NUEVA YORK._ Fernando Bermúdez (Frank), un dominicano que en 1991 fue acusado por la fiscalía, la policía de haber asesinado a Raymond Blunt en la calle 14 de Manhattan y señalado por supuestos testigos, sigue clamando su inocencia 19 años después del crimen. Ayer un panel especial de jueces comenzó a revisar las nuevas evidencias que en su favor han sometido los abogados, quienes denuncian que la fiscalía manipuló algunas pruebas y los testigos falsearon sus testimonios. En una primera fase de la revisión, un magistrado de la Corte Suprema en Manhattan, concordó con que algunas de las evidencias son falsas, pero dictaminó que no es suficiente para anular la condena de 23 años de cárcel impuesta contra Bermúdez.
El dominicano ha intentado con esta, en 11 ocasiones de que los jueces escuchen su plegaria de inocencia y lo pongan en libertad. El magistrado también dijo que los testigos pudieron haberse equivocado cuando identificaron en una de las fotografías que se les mostró.
La posibilidad es que ante la dificultad de que se anule la condena, Bermúdez consiga un nuevo juicio al que los mismos testigos serán llamados nuevamente, según dijo el fiscal. Otra alternativa es la de que se declare culpable de homicidio y salga a tiempo cumplido, pero los fiscales aclararon que todavía no hay ninguna oferta de las partes.
El nuevo juicio sería programado para la semana próxima, según una versión extra oficial, pero todo dependerá de la decisión final del panel judicial. Bermúdez llegó desde la República Dominicana a los Estados Unidos en busca de mejor vida junto a su esposa Daniela y durante 19 años ha luchado por su libertad.
Daniela dijo que la familia ha sufrido mucho con el caso. El asesinato se cometió el 4 de agosto de 1991 frente al bar “Marc” en Union Square (calle 14 y avenida Broadway). Raymond que residía en Queens cayó abatido a balazos.
Uno de los testigos identificado como Efraín López que negoció su testimonio con la fiscalía dijo que Bermúdez fue el hombre que disparó contra la víctima y durante el juicio llamó al acusado por un nombre diferente diciendo que el apodo del dominicano es “Lana” o “Lana Lou” de la calle 92.
Ahora, los fiscales reconocen que nada de lo atestiguado por López fue cierto. Los investigadores nunca se molestaron en verificar la veracidad de la versión del testigo estrella de los fiscales y si en realidad, alguien con el apodo vivía en la referida calle. Un hombre con el nombre Lana Lou dijo que en el momento del asesinato era residente del estado de Kentucky.
Bermúdez que ha concedido entrevistas a medios como el The New York Times insiste en que hubo una gran cantidad de coerción, fabricación y perjurio involucrados en los testimonios y las falsas evidencias, que llevaron al jurado a condenarlo siendo inocente.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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