El grupo llegó a las 3:05 de la tarde en un avión fletado por el Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos (INS por sus siglas en inglés.
Además de tráfico de drogas, los 95 criollos cometieron asesinatos, fraudes estatales, falsificación de documentos, secuestros, violaciones sexuales y otros delitos. Se encontraban recluidos en cárceles de Nueva York, Miami, Boston, Filadelfia, San Antonio, Texas y otros lugares estadounidenses, según los detalles suministrados por las autoridades.
El grupo de criollos cumplió condenas entre cuatro, seis, nueve y hasta quince años de prisión.
Aunque las autoridades dominicanas dicen que dan seguimiento a estos ex-convictos, algunos observadores dicen que muchos de ellos son los responsables de asaltos, secuestros y otros hechos delictivos que se producen en la República Dominicana, con una frecuencia que va en aumento.
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