sábado, 15 de agosto de 2009

Sucio monumento a Fray Montesinos ..

Escrito por: jorge gonzalez
El monumento a Fray Antón de Montesinos, construido en 1982, una de las construcciones más vistosas del Malecón de Santo Domingo, 27 años después está deteriorado y abandonado.
La falta de mantenimiento, iluminación y vigilancia ha contribuido a convertirlo de un centro de recreación a un foco de contaminación, guarida de palomos, consumidores de drogas y holedores de cemento.
El abandono y descuido por parte de las autoridades de ese monumento se contrapone con el entonces luchador y defensor de los derechos humanos. En su sermón de adviento precisa:
“Decid ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios?”.
El deterioro y abandono que muestra esta construcción es indescriptible.
La edificación enclavada en medio de una área verde a orillas del mar Caribe, cuenta de tres terrazas, una en cada nivel de los tres que la conforman.
Las dos primeras muestran un estado de deterioro progresivo en sus paredes y techos, aguas negras, basura, materia fecal y un hedor insoportable. son algunas de las características que allí se observan.Los escalones que dan acceso a los diferentes niveles no escapan a esta realidad.
La terraza superior es la que sostiene la gigantesca escultura que representa a Montesinos cuando oficiaba el sermón de adviento.
El monumento, ubicado en la misma entrada al puerto de Santo Domingo, de nuestra ciudad Primada de América, es un bello mirador al mar Caribe, pero ante el abandono, transeúntes y turistas prefieren no acercarse al lugar.
Montesinos fue el fraile de la Orden de los Dominicos, que desde su llegada a la isla, se identificó con la causa de los tainos y comenzó una lucha a favor de los aborígenes y sus derechos como seres humanos iguales a los españoles.
En 1511 pronunció en e célebre l sermón en contra de la encomienda y la esclavitud de los habitantes de la Hispaniola.
Un “palomo” que ha tomado el sitio como guarida, dijo “esto esta tan mal, que ya ni siquiera podemos dormir aquí”.


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