Impactodeportivo.com-De vuelta en la ciudad donde fue idolatrado durante cuatro años, Pedro Martínez habló con cierto lamento de que su adiós a los Mets de Nueva York no hubiese tenido el desenlace propio de un pitcher cuya entrada al Salón de la Fama se da por descontado.
El as dominicano regresó este viernes a Nueva York y al nuevo Citi Field. Salvo el color del uniforme, ahora con el rojo de los Filis de Filadelfia, era el Pedro Martínez de siempre: bromista, franco y seguro de sí mismo.
Martínez, quien el 15 de julio firmó con Filadelfia, tendrá el domingo su tercera apertura del año. Que sea ante su ex equipo le da un aire de nostalgia.
"Tengo un uniforme diferente, con otros colores, pero soy la misma persona", dijo Martínez.
"Como profesional es muy sencillo poner al lado que era mi equipo. Saldré a hacerlo de manera profesional y responsable".
Martínez aterrizó en Nueva York como agente libre para la temporada del 2005, con un contrato de 53 millones dólares, tras haber ganado la Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston y tres premios Cy Young.
Su llegada revitalizó a los Mets, aunque su impacto en realidad fue sólo efectivo en los primeros dos años del ciclo de cuatro.
De vuelta en la ciudad donde fue idolatrado durante cuatro años, Pedro Martínez habló con cierto lamento de que su adiós a los Mets de Nueva York no hubiese tenido el desenlace propio de un pitcher cuya entrada al Salón de la Fama se da por descontado.
El as dominicano regresó este viernes a Nueva York y al nuevo Citi Field. Salvo el color del uniforme, ahora con el rojo de los Filis de Filadelfia, era el Pedro Martínez de siempre: bromista, franco y seguro de sí mismo.
Martínez, quien el 15 de julio firmó con Filadelfia, tendrá el domingo su tercera apertura del año. Que sea ante su ex equipo le da un aire de nostalgia.
"Tengo un uniforme diferente, con otros colores, pero soy la misma persona", dijo Martínez. "Como profesional es muy sencillo poner al lado que era mi equipo. Saldré a hacerlo de manera profesional y responsable".
Martínez aterrizó en Nueva York como agente libre para la temporada del 2005, con un contrato de 53 millones dólares, tras haber ganado la Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston y tres premios Cy Young.
Su llegada revitalizó a los Mets, aunque su impacto en realidad fue sólo efectivo en los primeros dos años del ciclo de cuatro.
Aparte de insistir que será una apertura como cualquier otra, Martínez evitó ufanarse de que ahora es parte de un equipo que marcha al frente de su división, mientras que sus ex compañeros desde hace rato vieron su temporada estropearse por las lesiones.
Pero expresó amargura por la forma en que se cortaron sus lazos con los Mets al final de la campaña del 2008, cuando por segundo año seguido el equipo se desplomó en el último mes para quedar fuera de la postemporada y el aporte de Martínez se vio mermado por problemas físicos.
"Me fui de este lugar el año pasado --no precisamente éste, sino del Shea Stadium, mi querido Shea--, de manera triste. No sólo perdimos, pero lo hicimos muy mal, y yo no pude desempeñarme como quería para los Mets", recordó.
Martínez contó que durante el receso estuvo en contacto con el gerente Omar Minaya, pero los Mets nunca le hicieron una propuesta.
Creyó que su actuación durante el Clásico Mundial en marzo, cuando lanzó seis innings para la República Dominicana, iba a servir para llamar la atención de que estaba en condiciones para ser tomado en cuenta.
Enterado de que el manager Jerry Manuel había dicho que no se necesitaban más lanzadores, Martínez finalmente se convenció de que era iluso esperar el llamado de los Mets y que le tocaba aguardar con paciencia que otro equipo le hiciese una oferta que valiese la pena.
"Cada uno es responsable con sus decisiones", afirmó. "Por mi parte, yo hubiese querido que ellos hubiesen entendido de que yo había sido honesto con ellos cuando les dije que me sentía saludable".
Ahora, Martínez se encuentra con un club de la Liga Nacional con el cual tiene una posibilidad muy fuerte de conseguir un segundo anillo de campeón de la Serie Mundial.
Sus nuevos colegas lo han recibido con los brazos abiertos, fascinados por la personalidad y habilidad del derecho de 37 años al salir a la lomita.
"Es la energía y optimismo que trae el equipo, su deseo de ganar", dijo el catcher Carlos Ruiz. "La confianza que se tiene en tirar sus lanzamientos me ha demostrado su clase. Es por eso que es Pedro Martínez y que sus números están ahí".
El as dominicano regresó este viernes a Nueva York y al nuevo Citi Field. Salvo el color del uniforme, ahora con el rojo de los Filis de Filadelfia, era el Pedro Martínez de siempre: bromista, franco y seguro de sí mismo.
Martínez, quien el 15 de julio firmó con Filadelfia, tendrá el domingo su tercera apertura del año. Que sea ante su ex equipo le da un aire de nostalgia.
"Tengo un uniforme diferente, con otros colores, pero soy la misma persona", dijo Martínez.
"Como profesional es muy sencillo poner al lado que era mi equipo. Saldré a hacerlo de manera profesional y responsable".
Martínez aterrizó en Nueva York como agente libre para la temporada del 2005, con un contrato de 53 millones dólares, tras haber ganado la Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston y tres premios Cy Young.
Su llegada revitalizó a los Mets, aunque su impacto en realidad fue sólo efectivo en los primeros dos años del ciclo de cuatro.
De vuelta en la ciudad donde fue idolatrado durante cuatro años, Pedro Martínez habló con cierto lamento de que su adiós a los Mets de Nueva York no hubiese tenido el desenlace propio de un pitcher cuya entrada al Salón de la Fama se da por descontado.
El as dominicano regresó este viernes a Nueva York y al nuevo Citi Field. Salvo el color del uniforme, ahora con el rojo de los Filis de Filadelfia, era el Pedro Martínez de siempre: bromista, franco y seguro de sí mismo.
Martínez, quien el 15 de julio firmó con Filadelfia, tendrá el domingo su tercera apertura del año. Que sea ante su ex equipo le da un aire de nostalgia.
"Tengo un uniforme diferente, con otros colores, pero soy la misma persona", dijo Martínez. "Como profesional es muy sencillo poner al lado que era mi equipo. Saldré a hacerlo de manera profesional y responsable".
Martínez aterrizó en Nueva York como agente libre para la temporada del 2005, con un contrato de 53 millones dólares, tras haber ganado la Serie Mundial con los Medias Rojas de Boston y tres premios Cy Young.
Su llegada revitalizó a los Mets, aunque su impacto en realidad fue sólo efectivo en los primeros dos años del ciclo de cuatro.
Aparte de insistir que será una apertura como cualquier otra, Martínez evitó ufanarse de que ahora es parte de un equipo que marcha al frente de su división, mientras que sus ex compañeros desde hace rato vieron su temporada estropearse por las lesiones.
Pero expresó amargura por la forma en que se cortaron sus lazos con los Mets al final de la campaña del 2008, cuando por segundo año seguido el equipo se desplomó en el último mes para quedar fuera de la postemporada y el aporte de Martínez se vio mermado por problemas físicos.
"Me fui de este lugar el año pasado --no precisamente éste, sino del Shea Stadium, mi querido Shea--, de manera triste. No sólo perdimos, pero lo hicimos muy mal, y yo no pude desempeñarme como quería para los Mets", recordó.
Martínez contó que durante el receso estuvo en contacto con el gerente Omar Minaya, pero los Mets nunca le hicieron una propuesta.
Creyó que su actuación durante el Clásico Mundial en marzo, cuando lanzó seis innings para la República Dominicana, iba a servir para llamar la atención de que estaba en condiciones para ser tomado en cuenta.
Enterado de que el manager Jerry Manuel había dicho que no se necesitaban más lanzadores, Martínez finalmente se convenció de que era iluso esperar el llamado de los Mets y que le tocaba aguardar con paciencia que otro equipo le hiciese una oferta que valiese la pena.
"Cada uno es responsable con sus decisiones", afirmó. "Por mi parte, yo hubiese querido que ellos hubiesen entendido de que yo había sido honesto con ellos cuando les dije que me sentía saludable".
Ahora, Martínez se encuentra con un club de la Liga Nacional con el cual tiene una posibilidad muy fuerte de conseguir un segundo anillo de campeón de la Serie Mundial.
Sus nuevos colegas lo han recibido con los brazos abiertos, fascinados por la personalidad y habilidad del derecho de 37 años al salir a la lomita.
"Es la energía y optimismo que trae el equipo, su deseo de ganar", dijo el catcher Carlos Ruiz. "La confianza que se tiene en tirar sus lanzamientos me ha demostrado su clase. Es por eso que es Pedro Martínez y que sus números están ahí".
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