martes, 11 de agosto de 2009

Arrestados por prostituir a inmigrantes..


Nueva York /Gloria Medina/edlp— Con la promesa de un buen trabajo y lograr el sueño americano, varias mujeres centroamericanas fueron traídas a Nueva York, pero la realidad con la que se encontraron resultó ser una pesadilla, ya que en lugar del acuerdo prometido las obligaron a prostituirse en bares de Long Island bajo la amenaza de denunciarlas a las autoridades de inmigración.
Los responsables son una pareja de hermanos: Antonio Rivera, también conocido con los nombres de “Antonio Almado”, “Santos Morales” y “Santos García”, y su hermana Jazmín Rivera, quien también usaba los seudónimos de “Jazmín Hernández”, “Ruby Rivera” y “Ruby Hernández”. Los dos eran dueños de los bares “Sonidos de la Frontera”, localizado en Lake Ronkonkoma, y “La hija del Mariachi”, ubicado en Farmingville y Central Islip, en Long Island. Ambos fueron arrestados junto John Whaley, quien era el gerente de los bares.
Los tres individuos fueron instruidos de cargos en el juzgado de Central Islip, Enfrentan cargos federales de conspiración, prostitución, y tráfico humano con fines sexuales, abuso sexual y tráfico ilícito de inmigrantes.
De acuerdo a la acusación, los sujetos traían a inmigrantes centroamericanas, entre ellas a jóvenes de 17 años, y las obligaban a trabajar como prostitutas en los bares. Si las inmigrantes se negaban, las golpeaban, las violaban y las amenazaban con denunciarlas a las autoridades de inmigración.
Una de las víctimas, que no fue identificada por las autoridades, testificó que en abril de 2006, cuando apenas tenía 16 años, llegó a Nueva York desde Honduras y cinco meses después comenzó a trabajar en uno de los bares que se anunciaban a través de los portales de Internet My Space y Enfoque Latino.

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