viernes, 10 de julio de 2009

Se robaron en Connecticut cadáver de una niña para hacer ritos satánicos en New Jersey


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NUEVA YORK._ El cadáver de una niña de 2 años de edad que fue robado de su tumba en el cementerio Woodland de Connecticut, fue utilizado para hacer un rito satánico en un poblado de New Jersey, revelaron ayer miércoles las autoridades del condado Hudson, que investigan la profanación. “Las pruebas que hemos encontrado en la escena donde fueron llevados los restos, apuntan definitivamente a que se trató de un rito satánico para el que se usó el cadáver de la niña”, dijo un oficial que es parte de las pesquisas.
El capitán Richard Conklin de la policía de Stamford (Connecticut) dijo que todo apunta a que el robo del cadáver tuvo como motivo usarlo para los citados ritos entre los que señaló la santería y el “Palo Mayombe”, una mezcla de creencias esotéricas de pobladores de El Caribe, El Congo y otras aldeas de Africa Occidental.
Los restos del cadáver de la menor fueron encontrados por dos pescadores que el pasado domingo se desplazaban por el río Passaic en el poblado de Cliffton (New Jersey), quienes de inmediato avisaron a la policía sobre el macabro descubrimiento.
Los trozos de la niña muerta estaban dentro de una bolsa plástica y la investigación llevó a las autoridades a la tumba de una niña que fue sepultada en el 2007 en el citado cementerio de Stamford.
La profesora Margarita Fernández Olmos del Colegio Comunitario de Brooklyn y autora del libro “Religiones Criollas de El Caribe” aclaró que el robo del cadáver no tiene necesariamente que ver con ritos satánicos caribeño o de otras tendencias, aunque recordó que quienes siguen al “Palo Mayombe” por lo general usan cráneos de personas muertas.
La investigadora señaló que nunca ha oído que dentro de esas creencias, se utilice un cadáver completo. “No tiene ningún sentido”, añadió. El capitán Conklin quien rehusó identificar a la niña muerta, dijo que fue enterrada adecuadamente y que había muerto de una condición médica pre existente.
Las autoridades, explicó el oficial, no consideran a la familia de la niña muerta como sospechosos y terminó diciendo que estos, más bien, parecen sorprendidos por el robo.
Autor: Miguel Cruz Tejada

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