martes, 14 de julio de 2009

Hay 540 mil inmigrantes amenazados repatriación en los Estados Unidos


NUEVA YORK/Por MIGUEL CRUZ TEJADA .- Al menos 540 mil inmigrantes en los Estados Unidos tienen pendientes órdenes de repatriación, se informó oficialmente.


La Agencia de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS, siglas en inglés) dijo este lunes que se harán cambios a la reforma migratoria de 1996 promulgada por Bill Clinton y se procederá con un solo reglamento en los 50 estados.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, siglas en inglés) explicó que su objetivo es ubicar a inmigrantes con antecedentes criminales, los cuales, cuando son arrestados, enfrentan la deportación automática al igual que el resto de los extranjeros no naturalizados. Sin embargo, inmigrantes indocumentados sin problemas judiciales, no serán deportados de inmediato y tendrán oportunidad de ser presentados ante un juez.


El DHS indicó que de esa manera se busca evitar que se cometan deportaciones arbitrarias como las tantas denunciadas durante la administración Bush. “Se eliminará el proceso de deportación a los indocumentados sin antecedentes criminales, permitiéndoles su día en la corte tal y como establece la constitución de Estados Unidos”, dijo la agencia federal.


Ese programa sólo abarcaba hasta ahora a 30 estados, pero será extendido a nivel nacional por disposición del presidente Barack Obama para que inmigración continúe ubicando a los delincuentes. Un memorando conocido como MOA ha sido enviado a todas las oficinas de la Policía de Aduanas y Fronteras (ICE, siglas en inglés) para que de seguimiento a la nueva disposición.


Otro ángulo es el de que la sección 287 (g) faculta al DHS para que establezca acuerdos con departamentos de policías en todo el país y los oficiales puedan actuar como agentes migratorios en ciudades, carreteras y escenas de conflictos o crímenes. La semana pasada dos ciudades de New Jersey se unieron a ese programa y sus alcaldes invocan el argumento de que con ello, buscan mejorar la calidad de vida de sus pobladores.


Pero en el fondo, el objetivo de esa medida es la de reprimir a los extranjeros sin papeles y entregarlos a inmigración para controlar su presencia en la nación. Ese mecanismo no fue activado sino hasta mediados del año 2002 arguyendo los ataques terroristas del 2001 cuando el entonces jefe de inmigración John Ascroft anunció la creación de una base nacional de datos a la que agregó 650 mil indocumentados a quienes indiscriminadamente se les procesaron las deportaciones.


Eso provocó el que ahora miles de familias estén divididas y que se cometieran injusticias y arbitrariedades como las de llegar a repatriar hasta muchos ciudadanos americanos y alcanzaba también a quienes aunque entrando con visado legal, decidieron quedarse en los Estados Unidos.

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