domingo, 19 de julio de 2009

Empresario involucrado en caso Quirino sentenciado a 4 años y 2 meses


NUEVA YORK._ El empresario oriundo de Santiago de los Caballeros y con negocios en La Romana, Juan Cruz Crisóstomo, involucrado en el caso Quirino y que se caracterizó por asistir a la Corte Federal del Distrito Sur exhibiendo una gorra con el lema “No guilty” (No culpable), fue sentenciado recientemente a 4 años y dos meses, de los cuales deberá pasar sólo 26 meses en la cárcel y el resto del tiempo en probatoria.

Cruz Crisóstomo de quien se dice es pariente cercano de Fátima Henríquez Díaz condenada a 1 año y 1 día, mantuvo desde el comienzo del proceso su “no culpabilidad”, pero admitió en negociaciones con la fiscalía que él era uno de los contactos entre la empresaria propietaria de Fama Shipping en el Alto Manhattan y Eduardo Rodríguez Cordero para lavar dinero proveniente de la red de narcotráfico liderada por Quirino.

El empresario que en diciembre del 2005 concedió una entrevista a este reportero en la que dijo que había implicado en el expediente por una llamada en la que habló con Fátima sobre la compra de una villa en el Este, se entregó en junio del 2005 voluntariamente a la DEA de Nueva York cuando su nombre apareció entre los acusados.

Fue liberado con una fianza de $25 mil dólares y desde entonces estaba suelto. Lleva 18 años radicado en los Estados Unidos y se retiró a su país por la muerte de su esposa en 1993 a causa de un cáncer. En ese entonces, denunció que había sido chantajeado por “un hombre que andaba en una yeepeta negra, el que le exigió $500 mil dólares para sacarlo del expediente”.

Cruz nunca identificó al supuesto chantajista.

“A la señora la están investigando en Nueva York y tú también vas a caer”, relató en la entrevista Crisóstomo que le había advertido el hombre de la yeepeta. Días después su nombre apareció en la lista entre los involucrados en el caso. Como es naturalizado americano pudo viajar desde la República Dominicana para presentarse en la DEA donde se le procesó.

Desde ese momento, el empresario siempre acudió con una gorra blanca que tenía impresa la palabra “No culpable” a las vistas de la corte y también se mostraba en sitios públicos con el mismo lema. El ahora sentenciado, insistió desde el primer día que su relación con Fátima, sólo se limitó a la conversación sobre la venta de la casa en Bavaro Beach.

Decía que fue acusado por “envidia” de algunos que no soportaban su éxito como empresario. Detalló que se dedicaba al negocio de bienes raíces desde Higüey donde vivió por casi 20 años., además de haber abierto una empresa que suplía de agua a los hoteles y resorts de la zona Este. Admitió que era co propietario de una plaza comercial.

“Estoy en el caso Quirino porque no pude pagar el medio millón de dólares al chantajista”, dijo también en aquel entonces y añadía que aunque hubiera podido no lo hubiese hecho”. Cruz Crisóstomo, también consideraba un “disparate” haber sido acusado en el expediente Quirino.

Las investigaciones posteriores demostraron que el hombre del lema de “No culpable” era propietario de varias casas valiosas en la zona Este y su prima Mayra Henríquez, una fiscal adjunta de la Procuraduría General de la República envió una carta a la jueza Kimba Wood en la que le asegura que el empresario es un veterano delincuente y que había tenido responsabilidad en las quiebras de varias financieras en distintas ciudades del país.

Fue recluido en una cárcel de Nueva York para mantenerlo cerca de sus familiares.

Autor: Miguel Cruz Tejada

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