sábado, 18 de julio de 2009

Ceremonia fúnebre a sacerdote asesinado

LA HABANA/AP — Dolientes se concentraron en la Catedral Nacional de Cuba para rendir homenaje al reverendo Mariano Arroyo, brutalmente torturado antes de ser asesinado, según denunció el cardenal Jaime Ortega. Es el segundo sacerdote español asesinado en Cuba en el lapso de cinco meses.
El cadáver de Arroyo fue descubierto el lunes en la mañana en su cuarto de la parroquia donde prestaba servicios, en la urbanización costera de Regla, en la bahía de la Habana, del otro lado de la capital. La policía dijo que Arroyo, de 74 años, había sido asesinado, pero no existían detalles sobre el motivo o acerca de la evidencia.
Feligreses que conocían a Arroyo señalaron que circulaban rumores sobre su asesinato. Entre ellos, que fue apuñalado y su cuerpo quemado y mutilado de la cintura para abajo. Aunque los investigadores no han formulado comentarios, el cardenal Ortega mencionó en la misa en homenaje al sacerdote que había “detalles de la tortura a que fue sometido el padre Mariano” y de la “crueldad desplegada por sus asesinos para llevar a cabo tal acción criminal”.
Ortega negó que el asesinato tenga “una significación antirreligiosa y aun antiespañola, con matices políticos”, según “algún comentarista se atrevió a decir”.
Arroyo, oriundo de Cabezón de la Sal, en la región cantábrica de España, llegó a Cuba en enero de 1997, y había trabajado en el área de Regla desde el 2004. Ortega informó que el asesino de Arroyo fue capturado pocas horas después de descubrirse su cadáver, y que había confesado, aunque se ignora si otras personas han sido involucradas.

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