martes, 7 de julio de 2009

Benedicto XVI pide reforma ONU y sistema financiero


El Vaticano/Por JOSE MANUEL VIDAL/El Mundo .- El Papa se hace presente en la cumbre del G8 con una encíclica, dirigida a toda la cristiandad, en la que aborda grandes cuestiones como la crisis del capitalismo, la denuncia del hambre y la injusticia en la sociedad globalizada, la defensa de la vida y de la libertad religiosa. Pero también ofrece recetas concretas. Entre ellas, la "urgente reforma" de Naciones Unidas y del sistema financiero mundial.


En su tercera y esperada encíclica, el Papa arremete contra los excesos del sistema capitalista y reclama un globalización que tenga en cuenta el carácter humano de las personas que conforman el mundo de hoy. A su vez, insiste en que "la crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso, a apoyarnos en las experiencias positivas y a rechazar las negativas". "Debemos ser protagonistas, y no víctimas" de la globalización, dice el Papa.

"La crisis nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso"Las encíclicas sociales suelen marcar los pontificados. Desde la "FERUM Novarum" de León XIII a Juan XXII, recordado por su 'Pacem in terris', y Pablo VI por su 'Populorum progressio'. Hasta la 'Laborem exercens, Sollicitudo rei socialis y Centesimus annus' de Juan Pablo II, el Papa de lo social por antonomasia.

De entrada, el Papa proclama que "la caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad". Y reivindica, al estilo de la Carta de Pablo a los Corintios, el amor y la verdad como las piedras angulares que sostiene al hombre en el mundo.

Veritas in caritate

"Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales"Para evitar ese peligro, la receta papal es conjugar 'veritas in caritate' con la caritas in veritate’. Es decir, "se ha de buscar, encontrar y expresar la verdad en la economía" de la caridad, pero, a su vez, se ha de entender, valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad. Porque "la verdad es luz que da sentido y valor a la caridad" y "sin verdad la caridad cae en mero sentimentalismo" y "el amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente".

La justicia

En cuanto a la justicia el papa proclama que es inseparable de la caridad, tratando de unir espiritualismo y horizontalismo. Ubi societas, ibi ius: toda sociedad elabora un sistema propio de justicia. La caridad va más allá de la justicia, porque amar es dar, ofrecer de lo "mío" al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al otro lo que es "suyo", lo que le corresponde en virtud de su ser y de su obrar. No puedo "dar" al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde. Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es "inseparable de la caridad", intrínseca a ella.

Primer capítulo de la Encíclica

En su primer capítulo, 'El mensaje de la Populorum Progressio', de la que se cumplen 40 años, Benedicto XVI recuerda que "la Iglesia, estando al servicio de Dios, está al servicio del mundo en términos de amor y verdad", recalcando que "tiene un papel público que no se agota en sus actividades de asistencia o educación, sino que manifiesta toda su propia capacidad de servicio a la promoción del hombre y la fraternidad universal cuando puede contar con un régimen de libertad". Una libertad que "se ve impedida en muchos casos por prohibiciones y persecuciones, o también limitada cuando se reduce la presencia pública de la Iglesia solamente a sus actividades caritativas".

"La economía y las finanzas, al ser instrumentos, pueden ser mal utilizados cuando quien los gestiona tiene sólo referencias egoístas"Junto a la libertad, la encíclica subraya que "el desarrollo humano integral como vocación exige también que se respete la verdad". "La verdad del desarrollo consiste en su totalidad: si no es de todo el hombre y de todos los hombres, no es el verdadero desarrollo. Éste es el mensaje central de la Populorum progressio, válido hoy y siempre", dice el Papa.

Hambre y 'nuevas pobrezas'

"El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos que sientan la llamada al bien común"Sobre el hambre, el Papa recuerda que "en la era de la globalización, eliminar el hambre en el mundo se ha convertido también en una meta que se ha de lograr para salvaguardar la paz y la estabilidad del planeta". "Falta un sistema de instituciones económicas capaces" de paliar el hambre, las epidemias, la falta de salubridad o el acceso limitado al agua potable. También pide el Papa una urgente reforma de las políticas agrarias, para garantizar condiciones ecuánimes para los países en desarrollo.

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