NUEVA YORK./Por MIGUEL CRUZ TEJADA _ Louis Bosco, propietario de una casa en Long Island la que le había rentado a una pareja con una hija menor de 16 años de edad, se dedicaba todos los días a espiar a la muchacha mientras ésta se desvestía o se bañaba. Bosco, de 49 años, fue arrestado ayer jueves por la policía del condado Suffolk y enfrenta varios cargos por abuso sexual.
También está imputado de poner en peligro el bienestar de una menor. El periódico regional Newsday dijo en su edición de hoy que Bosco había instalado una cámara oculta en el dormitorio de la chica para deleitarse con las imágenes en un monitor que tenía en una casa rodante fuera de la residencia.
Los padres de la menor arrendaron el inmueble al acusado y no se dieron cuenta de que el sistema de vigilancia operaba, hasta que la propia joven se percató de ello al darse cuenta de la existencia del monitor.
El pervertido sexual tenía dos monitores en la casa rodante, uno de los cuales captaba la habitación de la menor. Ella les explicó a sus padres lo que ocurría y estos denunciaron a Bosco en la policía.
Un juez le impuso una fianza de $20 mil dólares y el sujeto se declaró “no culpable” diciendo que “la policía manipuló las cámaras”. Se le cargó con una orden de protección que le impide acercarse a la joven cuya identidad no fue revelada por razones legales.
También está imputado de poner en peligro el bienestar de una menor. El periódico regional Newsday dijo en su edición de hoy que Bosco había instalado una cámara oculta en el dormitorio de la chica para deleitarse con las imágenes en un monitor que tenía en una casa rodante fuera de la residencia.
Los padres de la menor arrendaron el inmueble al acusado y no se dieron cuenta de que el sistema de vigilancia operaba, hasta que la propia joven se percató de ello al darse cuenta de la existencia del monitor.
El pervertido sexual tenía dos monitores en la casa rodante, uno de los cuales captaba la habitación de la menor. Ella les explicó a sus padres lo que ocurría y estos denunciaron a Bosco en la policía.
Un juez le impuso una fianza de $20 mil dólares y el sujeto se declaró “no culpable” diciendo que “la policía manipuló las cámaras”. Se le cargó con una orden de protección que le impide acercarse a la joven cuya identidad no fue revelada por razones legales.
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