viernes, 19 de junio de 2009

Médico Abel González fallece a los 94 años en Santo Domingo


Santo Domingo/Néstor Medrano.- Murió ayer en la tarde el doctor Abel González, que en agosto próximo cumpliría los 95 años de edad y quien dedicó su vida al estudio y la práctica de la medicina, y a los postulados de un país que amara la paz.

González fundó la prestigiosa clínica que lleva su nombre. El reconocido facultativo estuvo involucrado en momentos de la historia dominicana, por su rol en la preparación del cadáver de Rafael Leonidas Trujillo. Fue también médico de cabecera del ex presidente Joaquín Balaguer.

Nació en Monte Cristi, en la casa donde el prócer cubano José Martí y el generalísimo Máximo Gómez firmaron el Manifiesto de Monte Cristi que promovía una Cuba Libre.

Forjador además de una familia de cuatro generaciones dedicada a la medicina, ejerció la profesión por más de seis décadas.

Las honras fúnebres se realizan en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, donde sus restos son velados desde anoche a las ocho. Hoy el cortejo fúnebre partirá desde la Blandino hacia el Cementerio de la avenida Máximo Gómez, a las 4:30 de la tarde, donde sus familiares y amigos le darán cristiana sepultura. Anoche la capilla “E” de la funeraria estuvo abarrotada de familiares y amigos que pasaron a dar el último adiós a quien consideraban un maestro de generaciones de médicos dedicados a la fomentar la salud y el emprendimiento desde sus más altos niveles. Le sobreviven sus hijos María Filomena, Nelson, Abel Ricardo, Ángela Inés González Canalda; Claudia y Glisérides González González.

Anoche su hija Filomena lo describió como un hombre entregado a su vocación que no supo hacer más que servir a su país desde su consultorio, el cual abandonó apenas hace quince días.

“Mi papá fue un hombre de bien que amaba la paz, era bondadoso en extremo, y su ejemplo es digno de seguir”, añadió.

Ponderó la facultad que tenía para reflexionar sobre la vida sin violencia. En un opúsculo escrito por el doctor Abel González, éste manifiesta que la educación de los niños y las niñas desde los primeros años de la vida en el hogar, en la escuela y en la iglesia debe ser inviolable y nadie tiene derecho a suprimirla.

Abel González fue considerado un patriota que pensaba en la guerra y en las acciones bélicas de los hombres como inconductas y actitudes equivocadas, lo que su hija atribuyó a la convicción de humanista que había asumido desde muy joven en la vida.

“Estuvo en su consultorio trabajando hasta hace 15 días”, dijo con los ojos humedecidos por las lágrimas.

“Debemos admitir que así como nosotros amamos nuestra patria, los habitantes de otras naciones aman la suya. Ese patriotismo natural es lo que nos debe enseñar que no debemos hacer la guerra a otro país”, escribió en el opúsculo que era difundido anoche en la funeraria y que el eminente médico tituló “Mensaje antibélico, Nuestro Mundo sin Guerras”.

INVITAN A HONRAS
La familia invitó a los amigos y allegados a los González a asistir a las honras fúnebres que concluyen hoy con el entierro que tendrá lugar en el Cementerio de la Máximo Gómez. Algunos amigos ponderaron su trayectoria como médico, filántropo y hombre dedicado a una profesión con ribetes de verdadero apego al juramento Hipocráticio, insertado en la fe a la humanidad y al servicio de quienes lo necesitaban en su especialidad.

Estimaron muchos de ellos, entre anécdotas de recordación, que González no escatimaba esfuerzos a la hora de atender a sus pacientes, y que incluso tardaba largas jornadas en su consultorio, donde también lo visitaban otros médicos interesados en abrevar de su sabiduría y de sus conocimientos que mostraba sin aspavientos y sin arrogancia. “Era un hombre digno, alguien a quien la sociedad extrañará por poseer esos atributos que se han perdido hoy”, dijo su hija Filomena.


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