En el Airbus A330 que cubría el trayecto Río de Janeiro-París viajaban el argentino Pablo Gabriel Dreyfus -hijo del conocido publicista Gabriel Dreyfus- y su esposa, brasileña, que viven en Río.
También iban a bordo 80 brasileños, 73 franceses, 18 alemanes, nueve italianos, seis norteamericanos, cinco chinos y otras 36 personas de diferentes nacionalidades.
Anoche, casi 24 horas después de la desaparición del avión, no quedaban esperanzas de encontrar sobrevivientes. Tampoco habían aparecido restos del aparato, que perdió todo contacto con las bases de control mientras atravesaba una tormenta. Una versión hablaba del hallazgo cerca de Senegal (oeste de Africa) de lo que podrían ser partes del avión, pero no pudo ser confirmada.
El Airbus, según las primeras hipótesis oficiales, habría sido "fulminado por un rayo" que provocó una avería generalizada de sus sistemas eléctricos. Sin embargo, la opinión compartida por numerosos expertos parece desmentir las primeras explicaciones sobre las causas del accidente y abrió la puerta a todo tipo de conjeturas, incluso a la posibilidad de una explosión a bordo.
"Ningún elemento preciso permite hasta ahora saber lo que sucedió", declaró el presidente francés, Nicolas Sarkozy. "Las perspectivas de hallar sobrevivientes son muy escasas", agregó después de reunirse con familiares de los pasajeros del vuelo en el aeropuerto internacional Charles de Gaulle, en París.
El vuelo AF447 despegó de Río de Janeiro anteayer a las 19.03 (hora de Brasil) y debía llegar a París ayer a las 11.15 (de Francia). Según las autoridades de Air France, los contactos con el aparato fueron normales hasta la 3.30 (hora del destino).
En ese momento, "el vuelo AF447 estableció su último contacto de radio con el Centro de Control de la zona Atlántica", confirmó un comunicado oficial de las autoridades aeronáuticas de Brasil. Para ese servicio, el avión estaba en ese instante a 565 kilómetros de la ciudad costera de Natal (nordeste de Brasil).
"El aparato volaba normalmente a una velocidad de 840 kilómetros por hora y a una altitud de 35.000 pies [algo menos de 11.000 metros]", explica el documento. En ese momento, el Airbus salió de la zona de cobertura de los radares brasileños y se aprestaba a entrar en el espacio aéreo controlado por Senegal.
A las 2.20 (GMT), cuando el avión de Air France no anunció su entrada en el espacio aéreo supervisado por los africanos, como estaba previsto, el centro de control brasileño lanzó una advertencia a sus homólogos de Dakar. El último signo de la existencia del vuelo AF447 se registró a las 2.14 (GMT), cuando el sistema automático de transmisión de información Acars del aparato envió un mensaje que señalaba una avería eléctrica a bordo.
A partir de la alerta, los centros de control aéreos de Marruecos, España y Francia comenzaron a desplegar intensos esfuerzos por tratar de localizar el avión y la fuerza aérea brasileña lanzó un operativo de búsqueda frente a sus costas.
Un avión francés despegó de Dakar, y París solicitó al Pentágono la ayuda de sus satélites de observación y de escucha para intentar localizar la nave.
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