jueves, 21 de mayo de 2009

Hablando con la [Sexologa]Sexo con piercing genital (III)


Lucir una joyita en los genitales alimenta el morbo a la vez que puede hacer de los encuentros carnales las experiencias más satisfactorias jamás vividas.

Pero hay que ser cuidadosos para evitar lesiones o complicaciones poniendo en práctica simples consejos. En este post culmino con la serie de recomendaciones que les he venido dando en notas anteriores, si quieren tener buen sexo y por sobre todo seguro, presten atención.

Una vez que la herida cerró por completo el riesgo de infecciones merma pero hay que tener en cuenta que durante el coito la perforación puede lesionarse, sobre todo a causa de movimientos bruscos y presentar heridas poco visibles aunque proclives a transmitir o adquirir enfermedades.

La presión y el estirar de una joya muy finita pueden hacer que se desgarre la piel, por eso hay que tener en cuenta que mientras más grueso es el piercing más dermis acapara y la profundidad de la perforación es mayor por lo cual el riesgo de heridas disminuye.

Por otro lado si el piercing no está bien colocado o posee una forma inadecuada para la anatomía genital puede hasta impedir la consumación del coito así como generar lesiones en el otro.

En los casos de los piercings príncipe Alberto la erección o el orgasmo puede desencadenar un sangrado durante las primeras semanas de colocación, por otro lado las joyas con formas inadecuadas causan roturas en los condones, por ello es necesario pedir asesoramiento con un especialista para la elección del aro y siempre usar lubricantes para disminuir la fricción del condón contra el pene.

Por otro lado las joyas muy grandes pueden generar molestias durante el coito sobre todo en posturas sexuales que impliquen una completa fusión de los sexos, por ejemplo la mujer por arriba.

Para evitar las molestias a causa de la fricción hay que lubricar el piercing con geles a base de agua.

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