miércoles, 13 de mayo de 2009

Forense describe agonía de víctima

Candida Portugues/edlp
Brooklyn — La agonía de Imette Saint Guillen pudo durar entre 3 y 12 minutos, según dijo la forense Kristin Gilmore Roman en el segundo día del juicio contra su supuesto asesino Darryl Littlejohn.
Roman indicó que su muerte se produjo por combinación de asfixia y estrangulación, sin que se sepa cual de ellas produjo su muerte. Asfixiada porque la bloquearon la boca con un calcetín cuando estaba viva, como indica la sangre procedente de la rotura de la membrana de la lengua, y la bloquearon la nariz y la cara con cinta adhesiva. Estrangulada por las marcas que tenía en el cuello de que se la había presionado hasta parar la circulación de la sangre en venas y arterias y bloqueado sus vías respiratorias. Roman señaló que su ojo izquierdo estaba inyectado en sangre por la compresión, debido a que la circulación no había podido retornar al torrente sanguíneo.
Declaró que la víctima había sufrido una penetración forzada, o se había usado un objeto lo suficientemente grande, como para ocasionar roturas en su vagina y ano. Dio a conocer que el lado derecho de la melena de la joven había sido cortado a trasquilones y que su nivel de alcohol en sangre era 1.7.
Posteriormente fueron testificando empleados del bar “The Falls”, último lugar donde se vio a Saint Guillen con vida. Rebecca Scherle, contó que a las 3:48 a.m. del 25 de febrero del 2006, según indica el recibo de la tarjeta de crédito de Saint Guillen, la sirvió dos copas de coca cola con ron.
Para Scherle, Saint Guillen no parecía estar bebida, pero admitió que no la vio llegar y cuando detectó su presencia a través del espejo que había junto a la caja ya estaba sentada. Sin embargo, el guardia de seguridad Tim Catella dijo que Saint Guillen lucía embriagada.

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