viernes, 15 de mayo de 2009

Desgracia toca la puerta de dos familias ecuatorianas

VIRGINIA BYRNE
NUEVA YORK/AP — El hijo mayor de una exitosa familia ecuatoriana dueña de un servicio de venta de colchones a domicilio en todo Estados Unidos, que fue acusado de matar a su madre, discutió con ella horas antes de que fuera hallada muerta en su casa de Long Island, dijo ayer un detective de homicidios.
El teniente John Azzata, jefe de la división de homicidios del condado Nassau, no dio detalles sobre la discusión y dijo que continuaban investigando qué precedió al asesinato de Kay Barragán.
Un ayudante de la familia halló el cuerpo de la mujer de 65 años alrededor de las 7:20 de la mañana del miércoles al pie de la escalera en su residencia de Searingtown, dijo la Policía.
Eduardo Barragán, de 39 años y quien vivía con su madre, fue arrestado poco después y fue acusado de homicidio. Un portavoz de la empresa de su padre dijo que el hombre tenía problemas mentales y una hermana afirmó que era esquizofrénico.
No estaba previsto el encausamiento inmediato de Barragán debido a que fue hospitalizado por un estado cardíaco poco después de su arresto, dio Azzata.
Una vocera de la fiscalía, Kathleen Rice, dijo que cualquier decisión para programar su encausamiento iba a ser consultado antes con los médicos.
Andrew Monteleone, abogado de Barragán, se abstuvo de hacer declaraciones sobre las acusaciones.
El forense aún no determinaba la causa de muerte de la anciana.
Kay Barragán fue quien le prestó 2,000 dólares a su esposo, Napoleón Barragán, producto de la venta de productos Avon en Queens, Nueva York, para comenzar el negocio de compra de colchones por teléfono, Dial-A-Mattress en 1976.

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