miércoles, 20 de mayo de 2009

Cuestionan el manejo de casos en cárcel

Annie Correal/eldp
Nueva York — La Asociación de Oficiales de Correccionales denunció la reacción de la ciudad a la propagación de la gripe A en Rikers Island, el mayor complejo carcelario de Nueva York, donde se han registrado cuatro casos confirmados y cuatro por confirmar.
La asociación pidió que la ciudad evacuara la parte de la cárcel donde se han presentado los casos, el Centro Ann M. Kross, para descontaminarla, pero la cuidad se negó, diciendo que la descontaminación del centro no es una solución.
“Por el momento se ha rehusado”, dijo el presidente de la asociación, Norman Seabrook, quien habló afuera de la sede del Departamento de Correccionales en Manhattan, donde se reunió con representantes del departamento y otros funcionarios ayer. “No me parece aceptable”, expresó Seabrook. “Nuestras vidas no son tan importantes como las de la escuela pública 125”, agregó.
Aproximadamente 2,600 presos viven en el centro. El primer caso de un reo contagiado se confirmó el 15 de mayo. El preso, que se encuentra en el Elmhurst Hospital Center (de la prisión), había estado en la cárcel desde finales de abril, después de haber sido detenido en Brooklyn.
Los casos sospechosos están en cuarentena en un área de la prisión.
La asociación está pidiendo que la cuidad cierre el centro y que traslade a los presos a dos cárceles en Brooklyn y Queens mientras se haga la respectiva limpieza. La cuidad se negó a evacuar el centro, diciendo que las medidas de prevención pueden evitar la propagación de la enfermedad.
“El Departamento de Salud y el Departamento de Prisiones escucharon cuidadosamente las sugerencias del sindicato, y continúa implementado y redefiniendo los lineamientos para el control infeccioso”, se indicó en un comunicado.

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