ATLANTA -- Un inmigrante dominicano, quien fue secuestrado y golpeado luego que se le llevó con engaños a los suburbios de Atlanta para saldar una deuda por drogas, fue sentenciado el martes a casi cuatro años de cárcel por haberse involucrado con distribuidores de cocaína.
El juez federal de distrito Jack Camp sentenció a Oscar Reynoso, de 31 años, a 46 meses en una prisión federal, a los que seguirán cinco años de libertad condicional. Reynoso es un residente legal que vivía en Rhode Island, pero una vez que sea puesto en libertad enfrentará una posible deportación, dijo el fiscal federal David Nahmias.
En marzo se declaró culpable de asociación ilícita para poseer al menos cinco kilos de cocaína con la intención de distribuirlos.
"Esto muestra que los distribuidores de droga no tienen pases gratuitos (para vivir en Estados Unidos), ni siquiera cuando se convierten en víctimas de delitos violentos a manos de sus socios", afirmó Nahmias tras la sentencia.
Las autoridades policiales dicen que Reynoso pensaba que iba a adquirir un automóvil en los suburbios de Atlanta y fue trasladado hasta una casa en un vecindario tranquilo de clase media en Lilburn, Georgia. Cuando entró al garaje de la vivienda fue emboscado y agredido por ocho hombres armados.
Lo encadenaron a un muro en el sótano, lo golpearon y le dieron poca agua y alimentos durante casi una semana antes de que las autoridades lo encontraran.
Los hombres que retenían a Reynoso se pusieron en contacto con sus amigos y parientes para cobrar una deuda de 150.000 dólares por drogas que según ellos les debía. Reynoso ha dicho que no le adeudaba ningún dinero a esos hombres, pero reconoció haber participado en actividades vinculadas con drogas en Rhode Island.
El abogado de Reynoso, Richard Rice, dijo que su cliente merecía una sentencia más indulgente que los 51 meses solicitados por los fiscales, pues desempeñó un papel menor en la distribución de cocaína y sufrió mucho a manos de sus secuestradores. Reynoso también cooperó con los fiscales, ayudándoles a que tres de los hombres que lo retuvieron se declararan culpables, lo cual les ahorró el tiempo y los gastos de un juicio, señaló Rice.
Los fiscales respondieron que los 51 meses ya incluyen una reducción de la sentencia que toma en cuenta el apoyo que Reynoso prestó a las autoridades.
El dominicano, vestido en un traje de prisionero color anaranjado brillante, inclinó la cabeza y ofreció disculpas por medio de un traductor de la corte antes de que Camp emitiera la sentencia.
Tres inmigrantes ilegales mexicanos que retuvieron a Reynoso en el sótano se dieron a la fuga cuando vieron a las autoridades frente a la casa el 11 de julio del año pasado, pero fueron capturados poco después.
Víctor Abilés Gómez, de 20 años, Omar Mendoza Villegas, de 19, y Gerardo Solorio Reyes, de 23, se declararon culpables en marzo a los cargos federales de secuestro, manejo de drogas y posesión de armas. Podrían ser condenados a cadena perpetua cuando sean sentenciados el 7 de julio.
El juez federal de distrito Jack Camp sentenció a Oscar Reynoso, de 31 años, a 46 meses en una prisión federal, a los que seguirán cinco años de libertad condicional. Reynoso es un residente legal que vivía en Rhode Island, pero una vez que sea puesto en libertad enfrentará una posible deportación, dijo el fiscal federal David Nahmias.
En marzo se declaró culpable de asociación ilícita para poseer al menos cinco kilos de cocaína con la intención de distribuirlos.
"Esto muestra que los distribuidores de droga no tienen pases gratuitos (para vivir en Estados Unidos), ni siquiera cuando se convierten en víctimas de delitos violentos a manos de sus socios", afirmó Nahmias tras la sentencia.
Las autoridades policiales dicen que Reynoso pensaba que iba a adquirir un automóvil en los suburbios de Atlanta y fue trasladado hasta una casa en un vecindario tranquilo de clase media en Lilburn, Georgia. Cuando entró al garaje de la vivienda fue emboscado y agredido por ocho hombres armados.
Lo encadenaron a un muro en el sótano, lo golpearon y le dieron poca agua y alimentos durante casi una semana antes de que las autoridades lo encontraran.
Los hombres que retenían a Reynoso se pusieron en contacto con sus amigos y parientes para cobrar una deuda de 150.000 dólares por drogas que según ellos les debía. Reynoso ha dicho que no le adeudaba ningún dinero a esos hombres, pero reconoció haber participado en actividades vinculadas con drogas en Rhode Island.
El abogado de Reynoso, Richard Rice, dijo que su cliente merecía una sentencia más indulgente que los 51 meses solicitados por los fiscales, pues desempeñó un papel menor en la distribución de cocaína y sufrió mucho a manos de sus secuestradores. Reynoso también cooperó con los fiscales, ayudándoles a que tres de los hombres que lo retuvieron se declararan culpables, lo cual les ahorró el tiempo y los gastos de un juicio, señaló Rice.
Los fiscales respondieron que los 51 meses ya incluyen una reducción de la sentencia que toma en cuenta el apoyo que Reynoso prestó a las autoridades.
El dominicano, vestido en un traje de prisionero color anaranjado brillante, inclinó la cabeza y ofreció disculpas por medio de un traductor de la corte antes de que Camp emitiera la sentencia.
Tres inmigrantes ilegales mexicanos que retuvieron a Reynoso en el sótano se dieron a la fuga cuando vieron a las autoridades frente a la casa el 11 de julio del año pasado, pero fueron capturados poco después.
Víctor Abilés Gómez, de 20 años, Omar Mendoza Villegas, de 19, y Gerardo Solorio Reyes, de 23, se declararon culpables en marzo a los cargos federales de secuestro, manejo de drogas y posesión de armas. Podrían ser condenados a cadena perpetua cuando sean sentenciados el 7 de julio.
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