sábado, 11 de abril de 2009

Redadas en autobuses y trenes

CRISTINA LOBOGUERRERO/EDLP
NEWARK, NUEVA JERSEY — Dos de los medios de transporte que los inmigrantes indocumentados utilizan para recorrer largas distancias con cierta tranquilidad, han dejado de ser un recurso seguro desde que la migra ha extendido sus redadas hasta ellos.
El 6 de marzo Juana Méndez salió del estado de Washington rumbo a Nueva Jersey, escapando de su abusivo marido, pero el destino para esta mexicana de 19 años le jugo una mala pasada, cuando al llegar a Filadelfia agentes de inmigración la detuvieron.
“En la casa hogar me dieron el pasaje para abordar un autobús de la compañía Greyhound, que me traería a un lugar seguro, ellos no me dijeron que yo corría peligro, no me imaginé que me fueran a detener” recuerda en tono resignado Méndez.
Según el relato de la joven, que llego a los Estados Unidos hace 3 años y empezó a ser maltratada por su esposo a la semana de haber llegado “cuando se bajaron los pasajeros que iban hasta Filadelfia, se subieron agentes de inmigración y empezaron a pedir documentos a todos los que nos quedamos en el autobús. Cuando les dije que no era legal me bajaron junto con mi hijo de 20 meses, después de interrogarme me dieron una citación para presentarme ante inmigración”. Citación que eventualmente podrá terminar en deportación.
El caso de Méndez es solo uno de los muchos que a diario se viven en las carreteras de la nación y a los que se ven enfrentados los pasajeros que sin saber, abordan autobuses y trenes de la Greyhound y Amtrak, sin que se les advierta acerca de las redadas que estas compañías les permiten hacer a las autoridades federales.

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