El Tribunal Penal Internacional de La Haya (TPI) declaró que Estados Unidos desafió su dictamen cuando las autoridades en Texas ejecutaron el año pasado a un ciudadano mexicano condenado por violación y asesinato. El TPI emitió un fallo de emergencia en julio de 2008 para detener todas las ejecuciones pendientes.
Sin embargo, tres semanas después, las autoridades en Texas administraron una inyección letal a José Medellín, condenado por la violación y asesinato de dos adolescentes.
La máxima instancia judicial de la ONU respondía a una petición de México en el que acusa a Washington de ignorar un fallo del tribunal en 2004 que declaró a EE.UU. en violación de la Convención de Viena respecto a la asistencia consular.
Se alega que 51 mexicanos condenados a muerte en Estados Unidos - incluyendo Medellín - no tuvieron acceso a los representantes consulares de su país.
México buscaba presionar a Estados Unidos para que revisara los procesos judiciales.
La corresponsal de la BBC en La Haya, Geraldine Coughlan, informa que el TPI pidió a EE.UU. que reconsiderara las condenas "por los medios que considere".
Según nuestra corresponsal, esa frase es la que yace en el centro de la disputa.
Texas, independiente
México reclama que los pedidos de revisión han sido ignorados en todos los casos, salvo uno, y acusa a Washington de ignorar el fallo en 2004.
El gobierno de George W. Bush argumentó que intentó obedecer la orden judicial para revisar todos los casos, pero que no puede obligar a los tribunales estatales a cumplir.
Algunos estados acordaron reconsiderar las condenas, pero Texas sostiene que sus tribunales no caen bajo la jurisdicción del TPI.
Mientras que el Tribunal halló que "Estados Unidos de América no cumplió con las obligaciones que le corresponden", a la vez rechazó la petición de México para que Washington diera garantías de suspender todas las ejecuciones antes de que se reconsideren los casos.
Sin embargo, tres semanas después, las autoridades en Texas administraron una inyección letal a José Medellín, condenado por la violación y asesinato de dos adolescentes.
La máxima instancia judicial de la ONU respondía a una petición de México en el que acusa a Washington de ignorar un fallo del tribunal en 2004 que declaró a EE.UU. en violación de la Convención de Viena respecto a la asistencia consular.
Se alega que 51 mexicanos condenados a muerte en Estados Unidos - incluyendo Medellín - no tuvieron acceso a los representantes consulares de su país.
México buscaba presionar a Estados Unidos para que revisara los procesos judiciales.
La corresponsal de la BBC en La Haya, Geraldine Coughlan, informa que el TPI pidió a EE.UU. que reconsiderara las condenas "por los medios que considere".
Según nuestra corresponsal, esa frase es la que yace en el centro de la disputa.
Texas, independiente
México reclama que los pedidos de revisión han sido ignorados en todos los casos, salvo uno, y acusa a Washington de ignorar el fallo en 2004.
El gobierno de George W. Bush argumentó que intentó obedecer la orden judicial para revisar todos los casos, pero que no puede obligar a los tribunales estatales a cumplir.
Algunos estados acordaron reconsiderar las condenas, pero Texas sostiene que sus tribunales no caen bajo la jurisdicción del TPI.
Mientras que el Tribunal halló que "Estados Unidos de América no cumplió con las obligaciones que le corresponden", a la vez rechazó la petición de México para que Washington diera garantías de suspender todas las ejecuciones antes de que se reconsideren los casos.
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