lunes, 5 de enero de 2009

Cuba: Raúl Castro autoriza construir viviendas propias

Por Fernando Ravsberg/BBC Mundo
LA HABANA.- El presidente cubano, general Raúl Castro, autorizó que la población comience a construir sus propias viviendas, como solución práctica a la escasez y precariedad histórica que existe en el país, agravada ahora por el paso de tres huracanes.
El mandatario lo anunció en Santiago de Cuba, a 900 kilómetros al este de La Habana, mientras visitaba un barrio de 100 "petrocasas", viviendas construidas con tecnología venezolana basada en la combinación de PVC, concreto y hierro.
Raúl Castro orientó que a partir de ahora no se prohibirá, "decirles, bueno aquí se puede construir, tiene tanto (de área) y deje este ancho para que por aquí pase una calle un día, y por ahí una acera, y que hagan su casita con lo que puedan".
La medida gubernamental no hace más que legalizar lo que de hecho sucede en toda la isla, donde la mayor parte de las viviendas que se construyen se hacen, de una u otra forma, con el esfuerzo propio de la población.
Sin embargo, la escasez de materiales es crónica y su distribución muy poco lógica: el Estado vende cemento pero no oferta arena, cabillas o piedra, por lo que la mayoría de los ciudadanos se ven obligados a recurrir al mercado negro.
En este sentido, el presidente prometió que "aquí lo que hay que hacer es cientos de miles de casas, por eso quiero el árido y la fábrica de cemento y vamos a hacer de verdad la base industrial para desarrollar la vivienda, ¡ya está bueno, vamos a hacerla de verdad!".
Escasez
La escasez de casas es enorme: en 1959 había un déficit de medio millón y se cree que en estos 50 años podría haberse duplicado. Casi la mitad del total existente está en mal o regular estado y 1,5 millones de ellas tienen techos livianos (hojas de palma, tejas, etc.).
Junto a los bajos salarios, la doble moneda, el transporte y la falta de recreación, la vivienda fue uno de los temas en los que el gobierno resultó más criticado por la población durante el debate que se desarrolló en todo el país en 2007.
Los huracanes de 2008 profundizaron aún más el problema, 70.000 casas se cayeron y casi medio millón sufrieron derrumbes parciales, sin que hasta el momento se haya podido solucionar más del 30% de las necesidades.
Además, las casas que se están construyendo para los damnificados son similares a las que se cayeron durante los ciclones y se están entregando techos livianos de fibrocemento que tampoco resistirán los vientos de los próximos huracanes.
Venezuela ha instalado dos fábricas de "petrocasas", en las provincias de Santiago de Cuba y Cienfuegos, que están produciendo cientos de unidades, pero el problema es tan grande que el Estado no tiene la capacidad para darle solución.

No hay comentarios: