Escrito por: José Pimentel Muñoz
El Nacional/MIAMI.- Aunque no se dispone de estadísticas oficiales, la presencia de dominicanos en La Florida parece ser cada vez mayor, lo cual es evidente en cualquier poblado del estado que se visite.
Todo parece indicar que hay hacia esta región un discreto flujo de dominicanos desde el Nordeste del país, principalmente desde Nueva York, Nueva Jersey y Boston, atraídos por el idioma (el 20 por ciento de los 18 millones de residentes en el Florida son latinos), el clima cálido y los centros urbanos descongestionados.
Manuel Almánzar Castillo, cónsul dominicano en Miami, estima en 160 mil el número de compatriotas que reside actualmente en Florida, y reconoce que “están por todas partes”.
“Los dominicanos están ubicados a todo lo largo y ancho del estado. Obviamente los lugares de mayor concentración son el condado Miami Dade, que abarca la ciudad de Miami y todas las ciudades adyacentes; el condado de Broward y sus distintas ciudades, principalmente Pembroke Pine, Miramar, Fort Lauderdale, Hollywood, etc, De igual manera, la zona de Orlando, en el condado Orange; Keeseemee y Tampa también tienen una gran población de dominicanos”, explicó el cónsul.
Añadió que “estamos en todo el Sur de la Florida, la Florida Central, y en el noroeste, donde están situadas las ciudades de Fort Mayer, Naples y Cape Cora. El viejo criterio de que los dominicanos viven solo en el sector de Allapattah, en Miami, corresponde al pasado, aun cuando es de justicia decir que fue el lugar que acogió los primeros inmigrantes dominicanos en la década de 1970, donde se crearon los primeros negocios dominicanos y que todavía son mayoría, sobre todo en la 17 avenida del noroeste de Miami”.
Almánzar Castillo, de 50 años de edad, nacido en Moca, es cónsul dominicano aquí desde marzo del 2007. Licenciado en Educación (mención Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo), tiene un postgrado en Supervisión Escolar del Instituto Tecnológico de Santo Domingo. Así, ha sido un animador cultural por naturaleza y educador por vocación, con experiencia a nivel secundario y universitario. Ha dinamizado el Consulado, promoviendo actos culturales no típicos y acercándolo más a la comunidad dominicana.
El Nacional/MIAMI.- Aunque no se dispone de estadísticas oficiales, la presencia de dominicanos en La Florida parece ser cada vez mayor, lo cual es evidente en cualquier poblado del estado que se visite.
Todo parece indicar que hay hacia esta región un discreto flujo de dominicanos desde el Nordeste del país, principalmente desde Nueva York, Nueva Jersey y Boston, atraídos por el idioma (el 20 por ciento de los 18 millones de residentes en el Florida son latinos), el clima cálido y los centros urbanos descongestionados.
Manuel Almánzar Castillo, cónsul dominicano en Miami, estima en 160 mil el número de compatriotas que reside actualmente en Florida, y reconoce que “están por todas partes”.
“Los dominicanos están ubicados a todo lo largo y ancho del estado. Obviamente los lugares de mayor concentración son el condado Miami Dade, que abarca la ciudad de Miami y todas las ciudades adyacentes; el condado de Broward y sus distintas ciudades, principalmente Pembroke Pine, Miramar, Fort Lauderdale, Hollywood, etc, De igual manera, la zona de Orlando, en el condado Orange; Keeseemee y Tampa también tienen una gran población de dominicanos”, explicó el cónsul.
Añadió que “estamos en todo el Sur de la Florida, la Florida Central, y en el noroeste, donde están situadas las ciudades de Fort Mayer, Naples y Cape Cora. El viejo criterio de que los dominicanos viven solo en el sector de Allapattah, en Miami, corresponde al pasado, aun cuando es de justicia decir que fue el lugar que acogió los primeros inmigrantes dominicanos en la década de 1970, donde se crearon los primeros negocios dominicanos y que todavía son mayoría, sobre todo en la 17 avenida del noroeste de Miami”.
Almánzar Castillo, de 50 años de edad, nacido en Moca, es cónsul dominicano aquí desde marzo del 2007. Licenciado en Educación (mención Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo), tiene un postgrado en Supervisión Escolar del Instituto Tecnológico de Santo Domingo. Así, ha sido un animador cultural por naturaleza y educador por vocación, con experiencia a nivel secundario y universitario. Ha dinamizado el Consulado, promoviendo actos culturales no típicos y acercándolo más a la comunidad dominicana.
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