viernes, 14 de noviembre de 2008

¿Puede ser albino un africano de piel negra?


Un negro de piel blanca? ¡Qué contradicción más absurda! ¿Es eso posible?
Pues sí, sí que lo es. Cuando pensamos en un albino es muy posible que pensemos en un albino de occidente, esto es, en un europeo, en alguien de piel blanca cuya carencia de melanina lo hace parecer más blanco todavía; pero también hay albinos en oriente, en África, entre aquellos de piel cobriza… se pueden dar casos en cualquier ser humano. También en animales.
El albinismo es una anomalía genética, una condición congénita autosomal recesiva, que consiste en la ausencia total o parcial de pigmentación de ojos, piel y pelo, debida a fallos en el proceso de síntesis de la menalina o en su transporte.
Aunque existen diferentes grados y tipos de albinismo, en general, la falta de pigmentación en la piel y el pelo hace que las personas albinas estén desprotegidas frente a las radiaciones solares. No se broncean, se queman con facilidad tras una breve exposición al sol y, si no se protegen adecuadamente, aumentan la probabilidad de desarrollar algún tipo de cáncer de piel.
Al carecer también de melanina en los ojos, suelen presentar colores pálidos: rojizo, grisáceo, castaño muy claro o azul. Esta falta de pigmentación les produce fotofobia, por lo que no suelen sentirse cómodos en ambientes muy iluminados. Paralelamente, presentan un conjunto de anomalías visuales (visión deficiente, ceguera funcional, estrabismo, nistagmo) que pueden limitar de forma muy notable su calidad de vida.
Por si no fuera esto suficiente, en África las noticias hablan de persecuciones y asesinatos de albinos, fruto de la ignorancia y la creencia de que están hechizados y que sus órganos atraen la riqueza. Sólo en Tanzania están registrados oficialmente 4.000 albinos, aunque se cree que la cifra real supera los 170.000. Viven repartidos en decenas de poblados, donde no sólo se exponen a los rigores del sol, sino a la superchería local y a la discriminación de sus compatriotas que los llaman zeru zeru, ‘fantasmas’ en lengua kiswahili.

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