BAYAGUANA.-Un joven deportista murió hoy a manos de la Policía Nacional aquí, en el marco de las protestas que se realizan en demanda del cese de los apagones.El occiso, Eliezer de la Cruz, de 17 años, era hijo de un reconocido médico de este municipio y al momento de recibir el impacto de bala no participaba en las manifestaciones.El dirigente choferil Juan Hubieres, nativo de Bayajuana, denunció que los agentes de la Policía Nacional han disparado de manera inmisericorde contra la población.Explicó que la comunidad se lanzó a las calles a protestar contra los apagones que tienen una duración de hasta 18 horas. En otras comunidades del país, como San Felipe de Villa Mella y en La Romana, sus pobladores se han lanzado a las calles también por la falta de energía eléctrica.
En La Romana sus residentes realizaron una gran marcha y en San Felipe de Villa Mella, amas de casa, niños y hombres se acostaron en plena vía para obstaculizar el tránsito.
Las amas de casas se quejan de que se les dañan los alimentos en la nevera porque la luz, que se la mandan cada 24 horas, sólo dura dos y tres horas cuando llega.Algunas, como Luz Mariel Jiménez, Clara de los Santos, quienes dijeron que ayudan a su pareja en el sustento de la casa con la venta de helados y embutidos, aseguran que ya no pueden dedicarse a la venta porque sus mercancías se dañan.
En tanto que Yudelka Vásquez, dueña de un salón, se queja de que sus clientelas no resisten pagar entre 50 y 100 extras por arreglarse el pelo con planta, por lo que su establecimiento se mantiene vacío.
De Diario Libre
En La Romana sus residentes realizaron una gran marcha y en San Felipe de Villa Mella, amas de casa, niños y hombres se acostaron en plena vía para obstaculizar el tránsito.
Las amas de casas se quejan de que se les dañan los alimentos en la nevera porque la luz, que se la mandan cada 24 horas, sólo dura dos y tres horas cuando llega.Algunas, como Luz Mariel Jiménez, Clara de los Santos, quienes dijeron que ayudan a su pareja en el sustento de la casa con la venta de helados y embutidos, aseguran que ya no pueden dedicarse a la venta porque sus mercancías se dañan.
En tanto que Yudelka Vásquez, dueña de un salón, se queja de que sus clientelas no resisten pagar entre 50 y 100 extras por arreglarse el pelo con planta, por lo que su establecimiento se mantiene vacío.
De Diario Libre
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