Un obrero denunció esta mañana que fue golpeado con un bate y a puñetazos el pasado martes en el Palacio de la Policía, y que le introdujeron la cabeza en una funda para que no viera a sus agresores, presionándolo para que se inculpara de un robo en el residencial donde labora.
Marino Decena dijo en la redacción de El Nacional, que fue sacado a la fuerza del residencial Ribera y Arroyo, ubicado en la avenida República de Colombia, sin orden judicial, y llevado al Palacio de la Policía.
Afirmó que como consecuencia de las torturas de que fue objeto no oye bien del oído derecho.
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