El piercing es una manera de adornar el cuerpo que es parte de las tradiciones de algunas culturales ancestrales, pero que en el mundo occidental moderno es una expresión de la cultura juvenil, moda o pertenencia a ciertas subculturas.
Una de las formas de piercing extremo es la inserción de aros y bolitas en el clítoris, el pene y los pezones (masculinos y femeninos) que se cree que favorecen la excitación sexual, ¿será verdad esto?
En primer lugar a nivel visual, ya que casi cualquier parte del cuerpo se puede perforar, incluso las que parecían más difíciles como los labios menores, el prepucio y el frenillo. Ahora esto, hace que la persona que lleva los piercings y su pareja sean más conscientes del potencial erótico de la(s) zona(s) perforada(s).
Esto permite transmitir unas señales al cerebro que el permitan a la persona portadora de piercings experimentar sensaciones más intensas y disfrutar de la estimulación de en la zona, aunque sea por el leve roce con la ropa, al ducharse, etc.
Ojo, pero no aumentan el deseo sexual. Lo que sí pueden hacer es elevar un poco la excitación durante el momento del coito, hacerlo “diferente”. Asimismo, pueden hacer que la persona se excite en circunstancias poco convencionales e inducir el placer con más facilidad.
Por último, si te vas a hacer un piercing-sea en cualquier parte del cuerpo- ve a un establecimiento que cuente con las debidas medidas de higiene.
Una de las formas de piercing extremo es la inserción de aros y bolitas en el clítoris, el pene y los pezones (masculinos y femeninos) que se cree que favorecen la excitación sexual, ¿será verdad esto?
En primer lugar a nivel visual, ya que casi cualquier parte del cuerpo se puede perforar, incluso las que parecían más difíciles como los labios menores, el prepucio y el frenillo. Ahora esto, hace que la persona que lleva los piercings y su pareja sean más conscientes del potencial erótico de la(s) zona(s) perforada(s).
Esto permite transmitir unas señales al cerebro que el permitan a la persona portadora de piercings experimentar sensaciones más intensas y disfrutar de la estimulación de en la zona, aunque sea por el leve roce con la ropa, al ducharse, etc.
Ojo, pero no aumentan el deseo sexual. Lo que sí pueden hacer es elevar un poco la excitación durante el momento del coito, hacerlo “diferente”. Asimismo, pueden hacer que la persona se excite en circunstancias poco convencionales e inducir el placer con más facilidad.
Por último, si te vas a hacer un piercing-sea en cualquier parte del cuerpo- ve a un establecimiento que cuente con las debidas medidas de higiene.
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