lunes, 4 de agosto de 2008

Moradores Nueva York compran menos por altos costos de los productos


NUEVA YORK.-Restringir los gastos al mínimo, eliminar las salidas a cenar afuera, o dormir con el aire acondicionado apagado en pleno verano son algunas de las artimañas a las que han tenido que recurrir los hispanos para poder sobrevivir cuando los precios aumentan, pero los sueldos no.
Acosados por la inflación, los hispanos han visto cómo su poder adquisitivo y su nivel de vida cayeron en comparación a cinco años atrás, tras fuertes aumentos en los productos de la canasta básica, el transporte y los servicios.

“Antes la leche costaba $2.50 o $3 el galón y ahora cuesta $4”, se quejó Filiberto Ramos, un mexicano de 35 años.

Su esposa, Adriana Vidal, de 36 años, fue más allá: “Antes gastábamos $80 y ahora $150 ó $170 para la compra de la semana de comida”.

“Ya no alcanza ni para ahorrar. Uno vive al día”, se lamentó.

Cuando Estados Unidos experimenta la inflación más alta en 17 años, los precios están por las nubes.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo, los precios en promedio aumentaron un 19.1% en los últimos cinco años.

Los precios de la comida subieron un 18.7%; el pan, 42.9%; los huevos, 60.1%; la leche, 41%; la carne picada, 17.4% y el pollo, 14.3%.

“El pan antes salía un dólar el paquete y ahora está casi $3”, dijo Laura Díaz, una mexicana de 30 años. Díaz explicó su secreto para poder ahorrar unos dólares. “Cuando vamos al mercado, si antes comprábamos dos paquetes de pan, ahora compramos uno. Ya no compramos dulces”, agregó.

María Mercedes Figueroa, una dominicana de 49 años, coincidió.

“Ahora compro menos carne y arroz. Para ahorrar como más vegetales, busco ofertas”, contó.

El precio del transporte y los servicios también han influido. El último aumento del boleto de subterráneo y autobús fue en mayo de 2003, cuando pasó de costar $1,50 a los actuales $2.

Uno de los precios que más alarma es la gasolina, que ya superó los $4.10. En los últimos cinco años, la gasolina subió un 164.1%; el gas, 59,1%; la electricidad, 32%, y el agua, 31%.

“Antes uno llenaba el tanque con $30 ó $40, y ahora con $70 no se llena”, dijo Luis Rivera, un ecuatoriano de 40 años.

Juan Moscoso, un venezolano de 59 años, se quejó del precio de los servicios, como el teléfono o la electricidad. “No se puede prender el aire porque la luz sube; hay que dormir con el calor”, dijo.

Moscoso también tuvo que cambiar su estilo de vida.

“Uno antes gustaba de salir con su esposa a comer, pero ahora no se puede. Hay que volver a la casa a recalentar la comida”, confesó.

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